03 febrero 2016

Domingo 7 febrero: Moniciones 3


MONICIÓN DE ENTRADA

Sed todos bienvenidos a la Eucaristía correspondiente al Quinto Domingo del Tiempo Ordinario. Jesús de Nazaret llama hoy a sus discípulos. Y ellos, fascinados desde el principio, parece que ni siquiera se lo piensan. Le siguen sin dudar. Tal vez, nosotros hemos sido menos rápidos y menos valientes. Y nos hemos hecho de rogar. Quién sabe si Jesús todavía espera que nosotros demos un paso firme en su seguimiento. Deberíamos, hoy profundizar en nuestra auténtica vocación y mejorar el talante cristiano que debe impregnar nuestras vidas. Hoy es un gran día para comenzar a vivir en la cercanía permanente de Jesús de Nazaret. Estamos ya muy cercanos a la celebración de la Santa Cuaresma. El próximo miércoles, día 10, es el Miércoles de Ceniza…

 

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- La primera lectura, del Libro de Isaías, tiene el estilo apocalíptico muy habitual en el Antiguo Testamento. Pero su fondo nos dice que el conocimiento y presencia de Dios en nuestra alma nos responsabiliza inmediatamente con la misión que el Señor encomienda a cada uno. Y debemos acometer nuestra tarea sin miedo a nuestra fragilidad o limitaciones propias.

S.- El salmo 137 es un Himno de Acción de Gracias ya convertido en texto litúrgico en tiempos de Jesús. Viene agradecer la fuerza y los dones de Dios. Para nosotros su efecto y contenido es igual. Hemos de dar gracias a Dios continuamente por los favores recibidos.

2.- Comenzamos hoy –en la segunda lectura—la enumeración de las respuestas que San Pablo da en su primera carta a los fieles de Corinto respecto a las preguntas sobre la resurrección. Su testimonio es muy válido para nosotros hoy mismo, porque está escrito cuando muchos de los testigos de la vida de Jesús estaban vivos. La referencia, pues, es directa. Como siempre Pablo de Tarso nos ayuda a entender mejor a Cristo y a nuestro cristianismo.

3.- Lo fundamental para nosotros, hoy, es que los apóstoles “lo dejaron todo para seguir a Jesús”. Y aun reconociendo como Pedro que eran pecadores no erraron en la dirección de su camino. Nuestros pecados tampoco pueden ser excusa para estar lejos de la misión que Jesús nos propone a todos y cada uno de nosotros, aquí y ahora. Nuestra vocación ha de llevarse por delante nuestros pecados y emprender el camino que nos lleva a la paz y al amor. Jesús nos lo pide y nos acompaña en nuestro camino.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Escuchemos muy atentamente la oración que nos ofrece, hoy, el padre Leoz para estos momentos finales de nuestra Eucaristía

 

AYÚDAME, SEÑOR

A deslizarme del “yo” hacia  el “nosotros”

A caminar de lo “mío” hacia  lo “nuestro”

A pescar, no tanto en aguas  tranquilas,

cuanto en aquellas otras que  pueden dar, por Ti,

un feliz, soñado y  sacrificado fruto.

Amén.      

Exhortación de despedida

Ya en el umbral de la Cuaresma, hemos de poner nuestro ánimo en la cercanía del mensaje de Jesús, que acometerá para nosotros su Pasión, Muerte y Resurrección.  Nos volveremos a ver el próximo miércoles día 10 en la celebración del Miércoles de Ceniza, inicio de la Santa Cuaresma.

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