Moniciones. Miércoles de Ceniza

MONICIÓN DE ENTRADA

Nos hemos reunido para iniciar juntos la Cuaresma que es tiempo de esperanza y conversión. Este día es muy especial. La Iglesia nos ofrece un rito de penitencia, de antiguas y entrañables resonancias, pero siempre nuevas. La imposición de la ceniza es símbolo de abrirse a la misericordia divina. En la misa de hoy se omite la preparación Penitencial que se realiza en la imposición de la Ceniza. Esta llegará tras escuchar las lecturas y la homilía del sacerdote. Tras la explicación de la Palabra de Dios, el celebrante bendecirá la ceniza y comenzará su imposición.

MONICIÓN SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura el profeta Joel transmite la Palabra de Dios que pide arrepentimiento y conversión. Pide el Señor que rasguemos los corazones y no las vestiduras. El Señor quiere que nuestra penitencia y reconciliación con Él sea auténtica y no solo de formas y ritos.

S.- El Salmo 50 es muy hermoso y durante siglos ha sido la oración especial de la Iglesia para exhibir arrepentimiento, pero también la alegría por haber recuperado la amistad de Dios. El salmista pide a Dios que el Señor le devuelva la alegría de Su salvación.

2.- Pablo de Tarso nos dice en la segunda lectura –sacada de la Segunda Carta a los Corintios que debemos dejarnos reconciliar con Dios, porque ha llegado el tiempo de gracia. No hemos de ser obstáculo para el perdón y la vuelta a la sintonía con nuestro Dios que nos salva.

3.- El texto del Evangelio de Mateo que vamos a oír es una amplia catequesis de Nuestro Señero Jesús sobre la forma de servir a Dios y a los hermanos. En silencio, sin que lo sepa nadie ya que nuestro Padre que lo ve todo nos recompensará. Y las palabras de Jesús tienen, como siempre gran actualidad, porque también a nosotros nos gustan que nos miren aquí en el templo para que todo el mundo admire nuestra piedad. No es eso. Hemos de convertirnos sinceramente, sin pensar más que en ese Padre bueno que nos recibe como al Hijo Pródigo

Lectura de Postcomunión

HIMNO DE LAUDES

Este mundo es el camino

Para el otro, que es morada sin pesar;

Mas cumple tener buen tino

Para andar esta jornada sin errar.

Partimos cuando nacemos,

Andamos mientras vivimos, y llegamos

Al tiempo que fenecemos;

Así que cuando morimos descansamos.

Este mundo bueno fue

sí bien usásemos de él como debemos,

porque, según nuestra fe,

es para ganar aquel que atendemos.

Aun aquel Hijo de Dios,

para subirnos al cielo, descendió

a nacer acá entre nos,

y a vivir en este suelo do murió.

(Diurnal. Liturgia de las Horas)

Exhortación de despedida

Salgamos fortalecidos por la recepción de los sacramentos y de los signos de Penitencia. Iniciamos un tiempo de conversión que nos acercará, más y más, a la Santísima Trinidad y a todos los hermanos y hermanas.