10 febrero 2015

La música Domingo VI de Tiempo Ordinario

«SI QUIERES, PUEDES LIMPIARME»
“Tú que pasaste por el mundo
acercándote al marginado
con el vino de la esperanza,
con el aceite del consuelo:
Tú eres, Señor, el Buen Samaritano”
(B. Velado- A. Alcalde)
Ambientación musical del templo: “Un buen samaritano” en el CD Descúbrenos tu rostro. (San Pablo). El mundo de la marginación es ancho y se va ampliando cada vez más. Las relaciones económicas injustas con los países del Sur han colocado al Norte al margen de la justicia. El leproso del evan- gelio es un excluido de aquella sociedad que le había echado fuera para no contaminarse. Jesús, al acercarse y cogerle de la mano, despierta en él, como en cualquier marginado, el deseo, la fe, la amistad y la alegría de volver a ser considerado y respetado como persona. Jesús le extiende su mano. Hoy también la extiende a todo hombre haciéndose cercano, acogedor y prójimo del que está excluido del mundo del bienestar y bien pensar.
Entrada: “Peregrinos de la paz” MD 52; “Si tú desatas los lazos que esclavizan” MD 63-2; CLN 124. Sal. Responsorial: “Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación”
Santo: CLN I 8;
Fracción del pan: “Cordero de Dios” CLN N 3.
Comunión: “Éste es el pan de los hijos” MD 190. “Las bienaventuranzas” MD 54; CLN 735, con su estribillo fácil y pegadizo.
Final: Ensanchemos nuestro corazón imitando a Cristo que pasó por el mundo haciendo el bien y curando toda dolencia a los de cerca y a los de lejos. Cantamos: “Cristo te necesita para amar” MD 66; CLN 729.
Antonio Alcalde Fernández

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