18 febrero 2015

Comentario al Evangelio de hoy, 18 febrero

Fernando Torres Pérez, cmf
 Toca cambio de ritmo y de tono. Empieza la Cuaresma. Tiempo de tinieblas y colores oscuros. Tiempo de penitencia y ayuno. Tiempo de mirarnos a nosotros mismos y descubrir lo infieles que hemos sido en los últimos tiempos. Tiempo de oración y pesadumbre al descubrir, en la cercanía de Dios y de su Palabra, que de ninguna manera damos la talla. La conversión se marca como un objetivo imposible y siempre más allá de nuestras fuerzas. 
Lo dicho en el párrafo anterior es una forma de ver la Cuaresma. Quizá haya habido tiempos o espiritualidades que la hayan promovido así. No estoy de acuerdo. Me agarro a la segunda lectura en la que Pablo nos pide que nos reconciliemos con Dios. Pienso en lo que hacemos cuando hemos tenido un conflicto con alguien. Lo primero es acercarnos. Lo hacemos inseguros porque no estamos seguros de cómo nos va a responder el otro. Pero aquí los creyentes jugamos con ventaja. Acercarnos a Dios es acercarnos a nuestro Padre, al que nos ha creado en el amor, por amor y para el amor, al que siempre tiene un puesto en la mesa preparado para nosotros, al que siempre cree y espera en nosotros y, así, nos abre posibilidades de futuro. 
Reconciliarnos con Dios nos cuesta más por la vergüenza que nos ocasiona reconocer nuestra propia realidad, nuestra miseria, que por el temor a que Dios se haya enfadado de verdad y no quiera saber más de nosotros. 
Así que, para ser realistas, reconciliarnos con Dios tiene mucho más que ver con volver a casa, al hogar familiar, donde sabemos que vamos a ser acogidos como hijos amados, que con enfrentarnos a un tribunal duro y sin piedad, que nos va a imponer un duro castigo. 
Es tiempo de empezar la Cuaresma con la cabeza bien alta. No hay castigo. Hay abrazo de acogida y una invitación inmediata a ponernos a la obra: hay mucho que hacer por el Reino, por crear fraternidad, por acoger a todos los que están alejados, por hacer presente en el mundo el amor de Dios. Así no sólo va a ser más fácil hacer este camino cuaresmal sino que además va a ser mucho más eficaz y provechoso para el reino y para nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario